Okrim Al Qasal
Los resultados en Bolivia nos dan una pista...
Las portadas de los principales diarios opositores hoy, al día siguiente de la victoria del Sí en el referendo por una nueva constitución en Bolivia, son una excelente muestra de cómo titula la derecha cuando una noticia no es de su agrado.
Esta mañana, en el kiosko de la esquina, los desprevenidos transeúntes pudieron toparse con tres ejemplares muestras de mezquindad periodística en manos de El Nacional, el Diario 2001 y El Universal.
Recordemos que el domingo se impuso con un margen bastante amplio (aproximadamente 60% contra 40%) el referendo para aprobar el proyecto de Nueva Constitución Política del Estado (CPE) en Bolivia. Una Constitución que, a pesar de ser la primera sometida a referendo en los casi 184 años de historia republicana del país andino, no es del agrado de la derecha boliviana y, en solidaridad, tampoco de la venezolana. ¡Cómo iba a serlo, cuando incluye y da poder a los pueblos originarios, limita el latifundio, ejerce la soberanía sobre los recursos naturales del país y encima garantiza la salud y la educación como derechos humanos innegociables!
Lo extraño es que a los voceros de la derecha latinoamericana les hubiera agradado esos resultados. De modo que decidieron reseñarlos, pero a su manera: ignorar la aprobación hubiera sido demasiado descarado ante la trascendencia de la misma, de modo que optaron por disfrazarla, minimizarla o despreciarla. Veamos cómo:
Conociéndose ya que las proyecciones rondaban más del 60% a favor del Sí, El Nacional encabezó así.Decir que en una consulta en que las opciones eran "Sí" o "No" una de ellas obtuvo "más del 50%" es como si un equipo superara en una final a otro por 3-0 y el titular fuera "Ganador marcó más goles que el perdedor". En otras palabras, es no decir nada, porque en el caso de Bolivia decir algo implicaría especificar la magnitud de la victoria, 60-40%, algo que El Nacional jamás hace cuando no le conviene, y sí hace -aunque no sea cierto- si favorece a su punto de vista.
Más despreciable (aún) fue lo de 2001.Ante la fuerza de la victoria (que no es de Morales, sino del pueblo de Bolivia), el rotativo recurre al ya gastado argumento -lo mismo hicieron en agosto, durante el Referendo Revocatorio- de la "Bolivia dividida". Algo así como titular "ok, ok, ganó Morales, pero el país está dividido y tendrá que hacer lo que exijan los perdedores". Lo mismo que hacen en Venezuela: cuando la opción revolucionaria se impone 65-35 "hay que sentarse a negociar", cuando la opción opositora se impone 51-49, "no es no y punto". Insólito.
Pero sin duda quien se lleva el premio al titular más repugnante de la jornada es El Universal, con este nauseabundo ejemplar periodístico que destila clasismo y desprecio a borbotones."Provincias más pobres aprueban constitución" es una manera enferma y retorcida de desprestigiar a la nueva carta magna, especificando el poder adquisitivo de los electores para querer hacer ver que entonces no es una aprobación completa, o que lo es, pero de inferior calidad. Algo así como "los pobres son fáciles de comprar y manipular" o "los ricos no se dejan engañar", pero de una manera ligeramente más sutil.
¿Se imaginan que cuando Nelson Mandela se alzó con la presidencia en Sudáfrica en 1994, después de décadas de apartheid, un diario hubiera titulado "Mandela gana las elecciones gracias a los votos de las provincias de mayoría negra"? Estamos ante un caso similar de racismo, clasismo y mezquindad periodística de la peor especie.
Así es la prensa opositora nacional cuando escribe sobre Bolivia... ¿y cuando el tema es Venezuela?
Sin duda, de confirmarse lo que dicen las encuestas, será un menú impreso parecido al que acabamos de (mal) digerir el que nos encontraremos la mañana del 16 de Febrero, una vez que la propuesta de Enmienda sea aprobada por la mayoría de venezolanas y venezolanos.
"El 'No' obtuvo casi la mitad de los votos", "Venezuela dividida ante triunfo del 'Sí'" y "El 'Sí' se impuso gracias al voto de marginales, campesinos y otro tipo de flojos" será el estilo de inmundicia mediática que nos arrojarán a la cara desde estos diarios tras el 15-F: periodismo opositor venezolano sin anestesia.
Okrim Al Qasal
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