viernes, 13 de junio de 2008

DIVERTIDAS REACCIONES ANTE LA DEROGACIÓN DE LA LEY DE INTELIGENCIA

¿Presión popular o delirium tremens?

Por: Okrim Al Qasal
Fecha de publicación: 13/06/08

12 de junio 2008. - Tras la derogación de la Ley de Inteligencia y Contrainteligencia que el presidente Chávez anunció el pasado martes 10 de junio, los principales medios de comunicación privados quedaron ligeramente desorientados.

El Universal, preocupado por la falta de protagonismo que tiene últimamente la oposición en el devenir del país, decidió titular este miércoles de la siguiente manera:

"Presión popular obliga a derogar Ley de Inteligencia"

¿Presión popular? ¿Qué presión popular? ¿Alguien la vió? ¿Dónde? ¿Hubo grandes marchas? ¿Concentraciones masivas? ¿Tomas pacíficas del Ministerio de Interior y Justicia? ¿Persecución y golpes al ministro Ramón Rodríguez Chacín al estilo 12 de abril?

¿Entonces? ¿De qué irresistible presión hablan?

¡Si hasta la propia portada revela la ausencia de "presión popular"! En caso de haber tenido alguna imagen -aunque tan sólo fuera una- que demostrara esa "presión popular", ésta habría ocupado la primera plana, en lugar de la foto que encabezó el ejemplar de este mieŕcoles 11.

A menos, claro está, que la "presión popular" fuera ejercida por la selección española de fútbol, protagonista gráfica del ejemplar. En lo que se refiere a ilustrar visualmente la delirante "presión popular", el rotativo utilizó una foto minúscula con una (1) pinta en la Avenida Libertador. ¡No hay quien soporte tamaña demostración de oposición movilizada! ¡Volvámonos, hordas, la sociedad civil nos enfrenta!

Lo más simple ante este tema era admitir la realidad: que el gobierno quiso rectificar algunos errores más o menos gruesos contenidos en la propuesta de Ley. Pero... ¡cuánto le cuesta a algunos medios elegir el camino más simple, describir lo sucedido!

El Nacional, sin que sirva de precedente, se mostró más comedido que de costumbre en este asunto, aunque en otro orden de cosas, en una parte de la portada nos regaló una delicada perla que muestra su línea editorial comprometida con Venezuela:

Es sabido que desde hace casi dos años existe un conflicto laboral entre unos trabajadores (ciudadanos venezolanos y venezolanas) y una empresa de refrescos, Coca-Cola (de capital extranjero). Los empleados reclaman a la transnacional que cumpla con sus compromisos laborales.

Conflicto: Coca-Cola perdió 15 millones, titula El Nacional.

¡Pobrecita Coca-Cola! ¡Los malvados trabajadores organizados, reclamando sus derechos, le están causando pérdidas!

El periódico de Miguel Henrique Otero se encuentra ante tremenda disyuntiva: destacar en portada las demandas de sus compatriotas (trabajadores venezolanos) o los conmovedores lamentos de la empresa transnacional (con sede en EEUU), inclinándose sin dudar por la segunda opción.

"¡Sí, esos trabajadores serán muy venezolanos, pero quienes publican anuncios millonarios en nuestro diario son los gringos!" confesaría la línea editorial de El Nacional, de poder hablar.

Después los llaman apátridas y se ofenden.

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