Yvke Mundial (Luigino Bracci Roa)
Martes, 3 de Feb de 2009. 8:56 pm
Análisis
El autor de "Canción al Ávila" y "Sólo faltas tú", hijo de "uno de los máximos líderes del sionismo mundial" quien sirvió en el Ejército israelí durante los años 50, arremetió contra el Presidente Chávez culpándolo del atentado contra la sinagoga de Maripérez. Conozca un poco sobre el sionismo y sobre el propio Chester
Chester en la entrevista publicada por Informe21
"Nuestro presidente ni es culto ni es inteligente. El odio y el resentimiento no conocen el lenguaje de la convivencia y la cortesía. Y el sentimiento anti-judío ha sido históricamente el recurso mejor usado por las peores mentalidades. Los que se dejan influenciar por las comunicaciones del Presidente, aunque estén convencidos que estas palabras nacen de un lugar de amor y de justicia, a decir verdad nacen de un corazón obscuro y de una mente atormentada".
Las palabras corresponden a alguien muy conocido por la mayoría de las y los venezolanos, quienes han disfrutado de muchas de sus piezas musicales, tales como "Canto al Ávila" y "Sólo faltas tú". Nos referimos a Ilan Czenstochouski Schaechter, mejor conocido como Ilan Chester, en una entrevista dada a conocer este martes.
Es hijo de un reconocido político sionista, quien huyó junto a su esposa, Edith Schechter, del holocausto judío cuando vivían en Austria en los años cuarenta. "Mi padre paso su juventud en Israel y tuvo una carrera militar exitosa en los tiempos de la guerra por la independencia del estado de Israel", cuenta el propio Chester en su perfil de Facebook.
Los Czenstochouski llegaron a Venezuela en 1954, enviados aparentemente por razones "diplomáticas". "Habiendo nacido en Israel y siendo hijo de un sionista, experimenté desde niño un ambiente muy particular que incluye el lenguaje hebreo, la comida, las costumbres y el bagaje histórico", dice Chester en su página web.
Sus canciones se popularizaron a través del sello "Sonográfica", propiedad de las empresas 1BC, también dueños del canal RCTV.
Judaísmo y sionismo
Los judíos han sido una fuente prolífica de ideología. Karl Marx, Rosa Luxemburgo, León Trostky, Albert Einstein: todos eran judíos, y son muy admirados por izquierdistas de todo el mundo, quienes usan parte de sus escritos hoy para construir el Socialismo del Siglo XXI.
Pero otro grupo de judíos crearon en el siglo XIX una ideología totalmente opuesta: el sionismo, que básicamente enuncia que "Israel es la tierra prometida que Yavé otorgó a los judíos", y que éstos deben recuperarla sin importar el precio. El sionismo, propuesto por el periodista húngaro Theodor Herzla a través de su libro "El Estado Judío", justificaba la creación del Estado de Israel en las tierras que, según el Tora, son "la tierra prometida", ello basándose en tres principios: la cohesión que siempre mantuvo la comunidad judía, la existencia de un "ideal ético superior" y la "indestructible idea de Dios".
El gran problema es que las tierras de la futura nación israelí (que son relativamente pequeñas, del tamaño del estado Falcón) no estaban deshabitadas; en ella habían convivido judíos, cristianos y palestinos en relativa paz durante siglos. Pero judíos europeos, convencidos por la propaganda religiosa en torno a la "tierra prometida", comenzaron a emigrar a Palestina de forma masiva durante la primera mitad del siglo XX, comprando grandes cantidades de territorios, lo que provocó los primeros roces entre judíos, cristianos y palestinos.
En sólo 50 años de propagandismo ideológico, y en particular luego de conocerse los desmanes que Adolf Hitler cometió contra millones de judíos (y también contra otros grupos nacionales y religiosos), la recién creada Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó el plan para que las tierras palestinas, que entonces estaban bajo control de Gran Bretaña, se usaran para la creación del Estado de Israel.
Los palestinos obviamente no estuvieron de acuerdo con esta imposición, lo que ha provocado más de 60 años de conflicto (lo que Chester llama "la guerra de Independencia de Israel") que ese país, con la ayuda de Estados Unidos y otras naciones, ha resuelto con la fuerza bruta, provocando:
* Violación sistemática de derechos humanos.
* Palestinos sacados de sus casas a la fuerza, sin derecho a la defensa, y relegados a vivir en campamentos para refugiados, mientras observaban a bulldozers israelíes destruir sus viviendas, escuelas, universidades e infraestructura.
* Destrucción total de mezquitas y edificios religiosos.
* Establecimiento de colonos israelíes en los sitios donde vivían los palestinos.
* Uso de pintas y grafitis por parte de israelíes para insultarlos a ellos y su religión.
* Uso de hostigamiento por parte de civiles israelíes contra palestinos para forzarlos a irse.
* La construcción de un muro alrededor de ciudades palestinas y el establecimiento de alcabalas que los requisan cual criminales, cuando requieren ir a Israel para trabajar o comprar alimentos.
* Inicio de guerras, con bombardeos continuos, miles de muertos civiles, decenas de miles de heridos y comprensible daño psicológico a mujeres y niños.
* Censura, limitaciones al despligue de información, asesinato selectivo de periodistas y personal de prensa.
Israel ha tomado todas estas medidas excusándose en el supuesto "terrorismo" palestino: atentados suicidas, lanzamientos de cohetes caseros contra ciudades israelíes, secuestros y otras acciones que un pueblo sin ejército ha utilizado para intentar defenderse de otro que cuenta con aviones F-16, helicópteros Apache, naves no tripuladas Intrepid, tanques de guerra de fabricación propia, submarinos de última tecnología, bombas de fósforo blanco y armas nucleares.
La ONU, que normalmente interviene con soldados cascos azules en países con conflictos de este tipo, esta vez se ha quedado inerte debido a que Estados Unidos ha usado su derecho a veto en el Consejo de Seguridad para negar cualquier medida de esta naturaleza.
Debemos dejar en claro que muchos judíos están en contra del sionismo. Sostienen que se puede llegar a un acuerdo para convivir con el pueblo palestino en una nación de gobierno mixto, o en dos naciones separadas, y se muestran rotundamente en contra de todos los ataques que israel realiza contra Palestina. Otros judíos -al parecer, la mayoría- apoyan el sionismo o prefieren permanecer indiferentes, ello para no desagradar a su gobierno o a los sionistas, que tienen notable influencia dentro de la comunidad judía.
Ilan Chester, agente del sionismo
En un artículo titulado "Esto no es nada menos que demencia", el periodista Alfredo Sánchez entrevistó a Ilan Chester para Informe21 en torno al reciente ataque a una sinagoga en Maripérez, hecho realizado al parecer por un comando de 15 personas aún no identificadas. Como los sucesos ocurrieron pocos días después de que el Presidente Hugo Chávez rompiera relaciones diplomáticas con Israel -ello en protesta por la masacre de Gaza, que ha dejado 1.300 muertos-, Chester y un grupo importante de la oposición venezolana no ha tardado en acusar a Chávez de ser "antisemita".
"Ese sentimiento de odio hacia los judíos tiene dando vueltas desde los anales de la historia y la reciclan cada tanto tiempo los que necesitan una respuesta rápida a sus ambiciones", dijo Chester respecto a Chávez.
El periodista Sánchez, quien calificó a Chester como "hijo de uno de los máximos líderes del sionismo mundial", no dudó en hacer preguntas que dan por hecho los argumentos sionistas. "¿Cómo se siente como judío cuando se amenaza a su comunidad y se le acusa con esta violencia?", preguntó. La respuesta de Chester no se hizo esperar. "¿Qué culpa tiene cualquier estudiante o trabajador judío venezolano entregado a sus labores? ¿Qué clase de lógica es ésa? (...) El responsable es Hugo Chávez, pero según él, yo no califico ante sus ojos, primero porque soy un escuálido y segundo porque soy judío."
Esto a pesar de que el Presidente Chávez ha explicado, una y otra vez, que su rechazo a las políticas del gobierno israelí no tienen nada que ver con el pueblo judío, con el cual él se ha reunido en numerosas ocasiones.
Independientemente de si le gustan las canciones de Chester o no, usted debe tener en cuenta que, cuando lea sus opiniones políticas, no está leyendo en Chester a un connotado y exitoso músico venezolano. Tampoco está leyendo a un religioso judío o de la religión hare krishna, a la cual dice pertenecer actualmente.
Está leyendo a una persona que ha admitido repetidas veces estar de acuerdo con el sionismo: la imposición del estado de Israel a la fuerza, arrasando con el pueblo palestino. El ataque directo a uno de los pocos presidentes del mundo que se ha manifestado en contra de la masacre en Palestina, y sus acusaciones de antisemitismo dirigidas hacia Chávez y sus partidarios, son una prueba de ello.
Luigino Bracci
miércoles, 4 de febrero de 2009
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