Miércoles, 4 de Febrero del 2009
ABN
17 años de cambios políticos, sociales, económicos y culturales
El desgaste, la represión sistematizada, la corrupción administrativa, la red de complicidades partidistas y la impunidad más descarada durante la democracia puntofijista produjo el renacimiento de la conciencia popular a través del 4 de febrero de 1992.
Los partidos políticos en Venezuela desde el Pacto de Punto Fijo (1958) hasta la segunda victoria electoral de Caldera, en 1993, demostraron tener durante casi cuatro décadas el monopolio y la alternancia en el poder.
Es evidente que el rol de los partidos políticos en la construcción, debilitamiento y reconfiguración de la democracia venezolana ha sido determinante, en el sentido de que han sido estos lo que hicieron posible la instauración de un sistema democrático en una sociedad que hasta la década de los 50 solo conocía regímenes dictatoriales, pero que con el transcurrir del tiempo, la aplicación de malas políticas de gobierno, la creación de acuerdos que más allá de beneficiar a los ciudadanos, favorecían a pequeños sectores, trajeron como consecuencia la pérdida de la confianza que estas organizaciones gozaban.
Esta situación hizo que después de un largo período de hegemonía bipartidista y el deterioro generado con el pasar de los años, el pueblo repudiara a los partidos tradicionales y sintiera hambre de nuevos liderazgos.
Sucesos como el Caracazo (27 de febrero de 1989), la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, entre otros, representaban gritos de desesperación que reclamaban un cambio urgente.
Tales circunstancias se evidenciaron claramente con la llegada al poder del líder bolivariano Hugo Chávez Frías, quien supo canalizar el descontento del pueblo y convertirlo en un resultado electoral favorable, que hasta la fecha se mantiene.
17 años después del 4 de febrero
Luego de transcurrir 17 años de aquel emblemático suceso, venciendo todas las resistencias, el proceso revolucionario bolivariano se afianza cada día con mayor fuerza mediante el respaldo decidido del pueblo venezolano, identificado con la propuesta socialista del presidente Hugo Chávez Frías.
Este gran respaldo popular convierte al 4 de febrero en motivo de reflexión y de punto de partida respecto a los cambios políticos, sociales, económicos y culturales que se forjan actualmente en el país. Por ello, 17 años después, se comprende la trascendencia de este hecho y el porqué sigue esparciendo su espíritu reivindicador, rebelde y revolucionario sobre quienes confían en el presidente Chávez y en la consolidación del proceso revolucionario bolivariano.
ABN
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