Prensa Web YVKE
El satélite venezolano, Simón Bolívar, conocido internacionalmente con las siglas Venesat-1, fue lanzado al espacio a las 12:24 del mediodía (hora de Venezuela), desde el Centro de Satélites de Xichang, ubicado en el suroeste de China. Los medios del Estado venezolano, así como el canal multiestatal Telesur y el canal estatal chino CCTV, transmitieron en directo el conteo regresivo y el posterior lanzamiento del cohete Larga Marcha 3B.
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El momento del despegue (Foto: Xinhua)
El cohete, luego de ser impulsado al espacio, inició las fases de desprendimiento de sus sistemas de propulsión.
El satélite tardará entre cinco y diez días en llegar a su órbita final, a 36.500 kilómetros de altura. Una vez esté en dicha órbita, tardará exactamente 24 horas en dar una vuelta al planeta. Como la Tierra también tarda 24 horas en girar sobre su eje, el satélite -si pudiéramos verlo- parecerá estar inmóvil en el cielo, lo que nos permitiría apuntar una antena parabólica especial hacia él y captar su señal, tal y como se hace con las conocidas antenitas de DirecTV. Eso es lo que se conoce como un satélite geoestacionario.
Venesat-1 fue lanzado a bordo de un Larga Marcha 3B: un cohete de tres etapas y 54,8 metros de altura, capaz de llevar hasta 5.100 kilogramos de peso a una órbita de transferencia geoestacionaria (aquella necesaria para que el satélite pueda llegar a su punto definitivo a 36.500 kilómetros de altura). El cohete pesa 425,8 toneladas y tiene cuatro impulsores de combustible líquido.
Para que usted tenga una idea de dónde estará el satélite: imagine que en Ecuador, a unos cuantos kilómetros de Quito, se construye un gigantesco ascensor de 36.500 kilómetros de altura, y en el tope se coloca el satélite venezolano. Ese es el equivalente de la posición 78 grados de longitud oeste y a 0 grados de latitud, donde está siendo colocado el satélite usando una órbita que Uruguay cedió a Venezuela, luego de problemas y obstáculos con la órbita andina, que originalmente iba a usarse para el satélite bolivariano.
Una vez esté en órbita y haya desplegado sus paneles solares, comenzarán las "Pruebas de Certificación en Órbita", un proceso que dura entre uno y dos meses, donde se harán diferentes pruebas al satélite y sus componentes. Aproximadamente el 20 de diciembre de este mismo año, el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología entregará a Cantv los servicios del satélite, pues será esa institución la que administrará el uso del artefacto. Durante las primeras semanas del año 2009 se podrá prestar servicios a terceros, principalmente entes del Estado que requieran del mismo para las misiones sociales o para propósitos de comunicaciones.
Basado en el DFH-4 Bus chino
El Venesat-1 está basado en el sistema DFH-4 Bus (DongFangHong-4), que es la plataforma de satélites chinos de tercera generación, la más moderna del gigante asiático. Posee transmisores de alto poder y un sistema de transmisión directa (DBS o direct broadcasting system), que puede transmitir datos a los usuarios sin necesidad de una estación de retransmisión en tierra firme.
Personal chino y venezolano celebró el despegue (Foto: Xinhua)
Explicado de forma más sencilla: Es algo parecido al satélite de la empresa DirecTV, cuya señal puede captarse con una pequeña antena parabólica de 45 centímetros, de bajo costo, sin necesidad de grandes y costosísimas estaciones receptoras. El interés del gobierno venezolano es obvio: es posible colocarle a una pequeña escuela bolivariana en el estado Amazonas una antena como éstas, y darle así acceso a la gran variedad de servicios del satélite.
Los satélites DFH-4 estándar pesan unos 5.100 kilogramos y se estabiliza en sus tres ejes. La serie está equipada con 22 transponders de banda Ku (cuatro a 54 Mhz y dieciocho a 36 MHz), tres antenas receptoras y dos antenas de transmisión, pudiendo soportar la transmisión de 150 a 200 programas de televisión simultáneos a personas en tierra que tengan una antena parabólica de 45 centímetros. Posee además dos paneles solares de seis metros cada uno.
Seguridad
El satélite tiene capacidad para soportar interferencias de elementos hostiles, así como "jamming" (interferencias hechas a propósito para intentar sabotear el satélite). Aclaramos, sin embargo, que las especificaciones antes mencionadas no necesariamente se corresponden a las de Venesat-1; muchas de sus características se han mantenido en absoluta reserva y fue muy difícil para Yvke Mundial conseguir algunas fotos de su ensamblaje o construcción. Las razones son obvias y comprensibles: temor tanto de China como de Venezuela a sabotajes por parte de terceros países, muy interesados en que la misión fracase.
También usado por otras naciones
La serie DFH-4 Bus ya ha sido usada por otras naciones: el satélite NIGCOMSAT-1, el primero de Nigeria y de África, fue construido por China y puesto en órbita el 13 de mayo de 2007 y también estuvo basado en el DFH-4 Bus. Al igual que el Venesat-1, fue lanzado por un cohete Larga Marcha 3B desde Xichang.
Foto del satélite Venesat-1 durante su construcción
Paquistán también ordenó la construcción de otro satélite similar, el Paksat 1R, que se pondrá en órbita tentativamente en 2011. El Grupo APT (privado) también ordenó a China la fabricación de otro DFH-4 que será lanzado en 2009.
No todas las historias han sido felices: el satélite chino Sinosat 2, también basado en el DFH-4 Bus y que tenía como propósito dar una mejor cobertura a los Juegos Olímpicos de Beijing en diferentes lugares de China, fue lanzado el 28 de octubre de 2006 pero, al llegar a órbita, sus paneles solares no se abrieron adecuadamente. El satélite se perdió por completo. Sin embargo, otros 3 satélites Sinosat están en elaboración y se espera estén en órbita antes de 2011.
Los cohetes Larga Marcha chinos también han tenido algunas manchas oscuras en su historia, al igual que casi cualquier sistema impulsor estadounidense o europeo. El primer Larga Marcha 3B sufrió una falla en su sistema de guías dos segundos después del despegue el 14 de febrero de 1996, estrellándose en una aldea 20 segundos después y matando a una cantidad no precisada de personas.
Sin embargo, después de ese terrible incidente, ocho cohetes Larga Marcha 3B han completado sus misiones exitosamente. China tiene una gran reputación colocando satélites en órbita, compitiendo de tú a tú con Francia y Estados Unidos. Aún así, siempre hay un pequeño riesgo de falla en ésta y en todo tipo de misiones espaciales, dada su enorme complejidad y el uso de combustibles líquidos y sólidos altamente volátiles, enfriados a bajísimas temperaturas: El Larga Marcha 3B fue cargado este martes con unas 400 toneladas de combustible, informó VTV.
Puede usarse con propósitos militares, si hiciera falta
Diversas fuentes explican que, si bien el satélite es para usos civiles y pacíficos (como lo ha garantizado el gobierno bolivariano), también puede usarse con propósitos militares, para distribuir información a todos los niveles de batalla en un campo de guerra. El satélite puede transmitir datos (mapas, imágenes e información del enemigo) bajo demanda a pequeñas unidades militares, con el fin de enviarles órdenes e información situacional de forma encriptada.
Sin embargo, por ser un satélite geoestacionario que orbita a 36.500 kilómetros de altura, es imposible utilizarlo como satélite espía para obtener fotos del terreno o de enemigos potenciales. Para ello se usan satélites de órbita baja, que funcionan a menos de mil kilómetros de altura y poseen sofisticadas cámaras de alta resolución.
Heison Moreno
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