El galardón se concede a esta red por unir "la máxima calidad artística y una profunda convicción ética aplicada a la mejora de la realidad social", afirmó el presidente del jurado, José Lladó y Fernández-Urrutia, al leer el acta del premio en Oviedo, España, hoy miércoles.
AFP / El País / Prensa Web YVKE
Miércoles, 21 de Mayo de 2008. 9:08 am.
La Red, creada en 1975, se ha convertido en "un excepcional movimiento social y educativo para la difusión del arte" (Foto: archivo)
La red de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela ganó este miércoles el premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008 por unir calidad artística con el objetivo de "mejorar la realidad social". El galardón le ha sido concedido a esta red por unir "la máxima calidad artística y una profunda convicción ética aplicada a la mejora de la realidad social", afirmó el presidente del jurado, José Lladó y Fernández-Urrutia, al leer el acta del premio en Oviedo (Asturias, norte de España).
Las Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela se impusieron en las preferencias del jurado a los otros finalistas, el arquitecto japonés Tadao Ando y el director orquesta y compositor francés Pierre Boulez, precisaron los organizadores.
El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV) fue creado por el músico y economista venezolano José Antonio Abreu hace 30 años para intentar ayudar a los jóvenes más desfavorecidos a través de la música.
"En colaboración con primeras figuras de alcance universal, el sistema creado por el maestro Abreu ha formado a directores e intérpretes del más alto nivel, a partir de una confianza audaz en el valor educativo de la música para la dignidad del ser humano", añadió Lladó y Fernández-Urrutia.
La Red, creada en 1975, se ha convertido en "un excepcional movimiento social y educativo para la difusión del arte", según los organizadores de los premios, que recuerdan que en ellan participan "más de 15.000 profesores de distintas nacionalidades que han impartido clases a más de 600.000 jóvenes y niños de todo el país, con especial atención a los de menos recursos económicos".
"Es un indescriptible honor recibir el premio", declaró el venezolano Gustavo Dudamel, director de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles, formado en el Sistema de Orquestas de su país. El joven director, de 27 años, dirigió el pasado fin de semana por primera vez a la Orquesta Nacional de España (ONE).
Dudamel dijo de Abreu que "no existen palabras suficientes para agradecer el habernos brindado un camino lleno de posibilidades y la oportunidad de celebrar la vida a través de la música", que "puede salvar vidas rescatando las ilusiones de centenares de miles de niños y jóvenes".
El músico, que se considera "producto absoluto de este sistema", declaró que el premio supone para él mismo "un gigantesco estímulo para seguir tocando y luchando" y "continuar multiplicando por millones esta hermosísima idea que, sin duda, puede cambiar la sociedad brindando sensibilidad, fe y esperanza a las futuras generaciones".
El premio "es un gran acierto porque este proyecto demuestra como pocos el carácter existencial de la música" que, "más que una profesión es una forma de vida", alabó por su parte el director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim, que fue Príncipe de Asturias de la Concordia en 2002.
El premio de las Artes es el primero de los ocho galardones Príncipe de Asturias que se otorgan cada año, dotados con 50.000 euros y una escultura creada expresamente por el artista contemporáneo español Joan Miró para estos Premios, que llevan el nombre del heredero de la Corona española, Felipe de Borbón.
Barenboim, el canciller español, Miguel Angel Moratinos, y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, apoyaron la candidatura venezolana, entre otros. Los galardones se entregarán en una ceremonia en el teatro Campoamor de Oviedo en el otoño boreal.
En anteriores ediciones obtuvieron el premio el cantante estadounidense Bob Dylan el año pasado, el cineasta neoyorquino Woody Allen, los brasileños Oscar Niemeyer y Sebastiao Salgado, el pintor chileno Roberto Matta y el tenor español Plácido Domingo.
Gustavo Dudamel: "Es un gigantesco estímulo"
El director de la Filarmónica de Los Ángeles, Gustavo Dudamel, aseguró este miércoles que el Premio Príncipe de Asturias de Las Artes, que fue otorgado hoy a las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, supone un "gigantesco estímulo" para seguir luchando. El músico se formó en el Sistema de Orquestas fundado por José Antonio Abreu. En unas declaraciones remitidas a la Fundación Príncipe de Asturias, Dudamel aseguró que "para el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela es un indescriptible honor recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008".
Recordó que el sistema es "fruto del ideal de un hombre de infinita alma como lo es el maestro José Antonio Abreu, quien hizo realidad este sueño palpable en el que la música puede salvar vidas rescatando las ilusiones de centenares de miles de niños y jóvenes que hoy pertenecen a esta hermosa iniciativa".
"Para mí, como producto absoluto de este Sistema, significa un gigantesco estímulo para seguir tocando y luchando junto a mi maestro y todos mis compañeros y así continuar multiplicando por millones esta hermosísima idea que, sin duda, puede cambiar la sociedad brindando sensibilidad, fe y esperanza a las futuras generaciones alrededor del mundo", aseguró Dudamel en relación al galardón.
Reproducimos a continuación la carta de agradecimiento emitida por el Maetsro José Antonio Abreu al director de la Fundación Príncipe de Asturias, Graciano García.
Excelentísimo Señor
Graciano García
Director
Fundación Príncipe de Asturias
Presente.
Excelentísimo Señor Director y muy querido amigo:
Con la más honda emoción hemos recibido el texto del Veredicto mediante el cual el Ilustre Jurado designado al efecto ha conferido el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008 a las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela .
Al agradecer profundamente tan insigne Galardón, hacemos propicia la ocasión para reafirmar nuestra firme condición en el sentido de que la Misión del Arte en la nueva generación trasciende el horizonte de lo estético para proyectarse vigorosamente sobre el amplio dominio que abarca, desde la formación humanística integral de la personalidad, hasta la plena inserción del joven y del niño, mediante el ejercicio artístico, en una vida social constructiva, fecunda y ascendente. De ahí que la Juventud y la Infancia Musicales de Iberoamérica constituyen ciertamente, excelso testimonio de un Continente que, en la existencia y en la obra de sus intelectuales y artistas, encuentra glorioso paradigma.
Desde sus inicios, nuestra labor se inspira en el principio conforme al cual la Educación Artística, lejos de constituir monopolio de élites, debe consolidarse como eminente Derecho Social de nuestros pueblos. Ningún Proyecto Social seriamente concebido puede ya negar a la Democratización de la Enseñanza Artística el carácter de Programa prioritario para la capacitación y el rescate de las nuevas generaciones. De esta manera, a organización integral de Sistemas Nacionales para la Educación en el Arte y por el Arte, a nivel de las mayorías populares, se impone, día a día como instrumento insuperable de Inclusión Social e Integración Comunitaria.
Por lo anterior, el objetivo esencial del Sistema Nacional de las Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, adscrito al Ministerio de Participación y Protección Social, se inserta se inserta, directa y profundamente, en el contexto global de una estrategia de Capacitación, Prevención y Rescate de Jóvenes y Niños en y por el Arte. En su condición de comunidades en perpetuo ejercicio de concertación, las Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles representan el modelo de una avanzada y autentica Escuela de Vida Social. En Venezuela, la Practica Orquestal y Coral cuotidiana ha demostrado ser herramienta particularmente eficaz para iniciar solidamente a jóvenes y niños en el quehacer colectivo, en la coexistencia solidaria, en un quehacer creador profundamente realizador de la personalidad, propicio a la forja de un espíritu solidario y fraterno, tanto como a un formidable desarrollo de la autoestima. La pobreza material comienza a ser vencida por aquella sublime riqueza espiritual que germina en y por la Música.
La Fundación Príncipe de Asturias puede abrigar la certeza de que el Premio Príncipe de Asturias de las Artes ha reafirmado hondamente en nuestro corazón el compromiso de seguir adelante, con tenaz empeño, al servicio de la infancia de Venezuela e Iberoamérica, consagrados íntegramente, como educadores y como artistas, a la causa imperecedera de su juventud.
En nombre de las Orquestas y Coros Juveniles de la Nación, hago propicia la ocasión para reiterarles las seguridades de nuestra más alta consideración, entrañable afecto y perenne gratitud.
Atentamente,
José Antonio Abreu
Director Fundador
Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e
Infantiles de Venezuela
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