23.9.10
Los escuálidos oligarcas son franquicia de los gringos. Ya de su casa matriz les llegó la orden de avanzar en el golpe contra Chávez, la Revolución y el Pueblo.
Ensayan simultáneamente varios atajos, el golpe cruento, el magnicidio, el hondurazo, tienen un solo objetivo: guillotinar a la Revolución.
Van avanzando en todos los sentidos, debilitando las bases institucionales, desprestigiando a los poderes, creando una imagen de fatalidad que justifique el zarpazo fascista.
Una muestra de sus intenciones es la agenda parlamentaria que la mesa escuálida propone para el 26, es un verdadero plan mínimo para el golpe de Estado.
Los oligarcas, en la proximidad de las elecciones pierden el recato, y en la presentación de su propuesta declaran que es: “una propuesta programática que trasciende el mero hecho electoral”. Veamos algunos puntos de la propuesta que “trasciende el hecho electoral”.
“Una Ley de Amnistía General para presos y perseguidos políticos. Revisar las leyes de descentralización. Revisar la transferencia de los Puertos y Aeropuertos. Reformar la ley del FONDEN para evitar la transferencia de recursos a gobiernos extranjeros. Reformar la ley de la Fuerza Armada para preservar su carácter apartidista y no deliberante en asuntos políticos. Revisar los Decretos Leyes y Leyes que modifican o desvirtúan el mandato popular expresado en el referéndum de diciembre del 2007. Revisar la ley de Consejos Comunales. Reformar la Ley Resorte…”
Es el mismo plan del golpe de Abril, sólo que allá mostraron rápidamente el rabo del diablo, ahora lo ocultan y sólo asoman las intenciones más suaves. Lo que les falta decir, pero carecen de coraje político, es que derogan la Constitución, disuelven los poderes, retiran a Venezuela de la OPEP. De esa manera estaría completo el plan y no habría engaño.
Rápidamente se percibe que es un plan para desmantelar todos los avances de la Revolución, es un plan golpista, lo dicen con toda la claridad que les permiten las circunstancias. No hay dudas, vienen por Chávez, por la Revolución y a instaurar un gobierno oligarca.
Los honestos, los revolucionarios, no pueden permitirse ninguna vacilación, estamos frente a un golpe que es dirigido por los gringos. La ofensiva es fina, ellos tienen experiencia en derrocar gobiernos, y no tienen escrúpulos, ni límites en sus pretensiones, son capaces de cualquier crueldad, de cualquier infamia.
El 26 de septiembre tendrá la misma significación que el 13 de abril: detendremos al monstruo fascista, esta vez disfrazado de paloma con ramo de olivo.
A los oligarcas los reconocemos nuestros enemigos irreconciliables, no nos hacemos ilusiones con su presentación ingenua de hoy, el odio se les sale por los poros, el carácter fascista satánico asoma por los trajes de marca y los cosméticos caros, son golpistas.
No hay excusas para que el pueblo humilde deje de apoyar al Comandante, debemos todos salir a la calle en aluvión, como en abril, las circunstancias son las mismas, se trata de defender a Chávez y a la Revolución amenazada.
¡El 26, como el 13, Chávez!
jueves, 23 de septiembre de 2010
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