jueves, 5 de junio de 2008

LO BAJARON DEL AVIÓN POR LLEVAR PUESTA UNA FRANELA DE TRANSFORMER CON UN ARMA

YVKE Mundial :: Nacionales
Aeropuerto de Inglaterra

Mientras la oposición venezolana se desquicia en contra de la Ley de Contrainteligencia, en Europa y EEUU la paranoia antiterrorista cunde en los aeropuertos. Bajan del avión a personas por tener franelas con dibujos de comics, mantienen normativas secretas que prohíben transportar líquidos, e implantan videocámaras en cada asiento del avión para que un software vigile a los pasajeros.

YVKE Mundial (Luigino Bracci Roa)
Miércoles, 4 de Jun de 2008. 3:33 am

A Brad Jayakody lo bajaron del avión por cargar esa franela (Foto: The Sun)

Mejor es que sonría mucho cuando esté en un avión europeo: Ensayan con un software que, usando una cámara en cada asiento, podrá detectar a través de sus gestos si usted es terrorista.

El diario británico The Sun de este 2 de junio cuenta que Brad Jayakody, un joven de 30 años, se sorprendió cuando le dijeron que tenía que quitarse su franela si quería abordar su vuelo en la Terminal 5 de Heathrow, el aeropuerto con mayor actividad del Reino Unido, ubicado cerca de Londres.

Jayakody, consultor de Tecnologías de Información quien viajaba con cuatro colegas a Dusseldorf, Germany, apeló al jefe de seguridad, con el fin de que él le explicara las razones de esta solicitud. "El funcionario me dijo que no puedo subir al avión porque hay un arma dibujada en mi franela", le dijo, y amenazó con arrestarlo si no lo hacía. La camisa tenía una imagen de Optimus Prime, popular robot héroe de la comiquita Transformers, con un arma de ciencia ficción en las manos.

“Es un robot de caricatura con un arma en su mano. ¿Qué puedo hacer con eso? ¿Usar la franela pretendiendo que es un arma?”, dijo Jayakody. El oficial le dijo al joven que, si volvía a ponerse la camisa, lo arrestaría.

Este caso resalta entre miles que ocurren diariamente en aeropuertos estadounidenses y europeos luego de los hechos del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, tras lo cual se impusieron severas normas de seguridad, así como la criticada Ley Patriota, acusada por organizaciones no gubernalmentales de violar los derechos civiles y la privacidad de las personas.

Meses atrás, guardias del aeropuerto de Gatwick, Inglaterra, hicieron que una mujer les entregara su sandwich de carne o sino no les permitiría abordar el avión.

En 2006, Raed Jarrar, un activista de derechos humanos y director del Proyecto Iraq, no pudo abordar un avión en Nueva York porque portaba una franela que decía "No nos quedaremos callados" en inglés y árabe.

Normativa secreta

En Europa, los pasajeros no pueden llevar más de 100 mililitros de geles y líquidos en su equipaje de mano, por temores de las autoridades de que sean usados para transportar explosivos líquidos. Esto ha traído problemas con biberones, medicinas y pomadas. Peor aún: parte de la normativa sobre los objetos que pueden llevar los pasajeros en sus bolsos de mano es secreta, por "motivos de seguridad". Esto permite la discrecionalidad del funcionario del aeropuerto sin que el pasajero pueda conocer si están practicando un abuso en su contra.

David Raya, quien vive en España y padece de fibrosis quística y diábetes, ha sufrido los estragos de estas normativos y emprendió una lucha para pedir que la norma en torno a los líquidos en los vuelos fuera publicada y flexibilizada. Él ha dejado en su blog el testimonio de su lucha legal al respecto.

Paranoia al extremo

Millones de dólares se están invirtiendo en productos para detectar supuestos terroristas. La revista ScientistTech (en inglés) habla del más reciente producto de la agencia SAFEE (Seguridad de los Aviones en el Ambiente Europeo del Futuro) de la Unión Europea, que está probando en algunas aerolíneas un sistema que instala una cámara en cada asiento de los pasajeros, y cámaras de ángulo ancho en los pasillos. El software monitorea a las personas para detectar "actividad terrorista en desarrollo" o diferentes incidentes, ello evaluando en tiempo real los rostros de los pasajeros.

El sistema ya se puso a prueba en enero en una acción terrorista simulada. El software puede seguir a los pasajeros cada vez que se levantan o cambian de posición, a través de las diferentes cámaras por las que circulen. El software tambien presta atención a personas que corran hacia la cabina del piloto, que permanezcan cerca de los pilotos por largos períodos de tiempo, así como a personas que estén nerviosas, se toquen su rostro con frecuencia o suden en exceso.

James Ferryman, uno de los desarrolladores, proveniente de la Universidad de Reading, afirmó que no pueden revelar cuales comportamientos humanos podrían activar el sistema y hacerle asegurar que hay actividad terrorista a bordo.

¿Se sentirá usted seguro sabiendo que un software lo vigila en todo momento durante un vuelo de ocho horas o más, temeroso de que algún gesto suyo pueda activarlo pensando que usted es un terrorista?

Conclusiones

Mientras en Venezuela se critica a la ley de Inteligencia y Contrainteligencia, que es completamente pública y por primera vez pone límite a los cuerpos policiales de inteligencia, el resto del mundo sucumbe ante la paranoia y se arriesga a perder por completo su privacidad y sus libertades individuales, sin ser criticados por ninguno de los opositores venezolanos.

Pueden haber críticas válidas y constructivas a la Ley. El ministro Ramón Rodríguez Chacín respondió la mayoría de ellas en una rueda de prensa reciente, si bien algunos ciudadanos pueden manifestar preocupación en algunos puntos, como los allanamientos sin orden judicial en casos excepcionales (para evitar la consumación de un crimen o la destrucción de una prueba, como afirma el artículo 20).

En comparación, la Ley Patriótica vigente en Estados Unidos desde 2001 incrementa las facultades de las agencias represivas norteamericanas para vigilar las comunicaciones telefónicas y de correo electrónico, así como los registros públicos y privados (médicos, financieros, libros solicitados en las bibliotecas, etc.); reduce las restricciones para acciones de inteligencia en otros países; aumenta el poder de la Secretaría del Tesoro para regular el mercado financiero; y concede poder discrecional a las autoridades policiales y migratorias para detener y deportar a inmigrantes, cuando se invoque que los mismos están sospechados de estar relacionados con el terrorismo (ver artículo en inglés).

Luigino Bracci

La fuente original de este documento es:
Yvke Mundial (http://radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?6377)

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