jueves, 4 de febrero de 2010

4 DE FEBRERO AMANECER DE LA ESPERANZA, DÍA DE LA DIGNIDAD

Jueves, Febrero 4, 2010 - 17:39
MINCI

Dieciocho años después, celebramos el Día de la dignidad, junto al líder del proceso revolucionario, el comandante Chávez, para decirle una vez más a la oligarquía y al imperio yanqui que no volverán



El 4 de febrero de 1992, Venezuela amaneció de golpe. Un grupo numeroso de soldados, pertenecientes a las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal, al mando de los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras, fundadores y pertenecientes al Movimiento Bolivariano MBR-200, emprendieron acciones de rebelión, en contra del fatídico gobierno de ese entonces, dirigido por Carlos Andrés Pérez, en lo que se conoció como Operación Zamora.

Venezuela sufría una crisis social y económica sin proporciones. Los gobiernos de la Cuarta República habían sumido al pueblo venezolano en la miseria, robándole sus recursos, violando todos sus derechos humanos y constitucionales. La República era repartida entre las pequeñas élites de la oligarquía y sectores capitalistas foráneos, parecía no haber esperanza. El pueblo venezolano venía de vivir el Caracazo, venía de ser cruelmente reprimido, sin que sus demandas fuesen escuchadas, todo lo contrario, había sido masacrado por exigirle a dirigentes inescrupulosos lo que por derecho soberano merecía.

Corría la primera semana de febrero, y Carlos Andrés Pérez regresaba el 3 en la noche, de su participación en el Foro Económico Mundial en Suiza, ese mismo día en la tarde la rebelión había dado inicio, para estallar totalmente en la noche y continuar hasta la mañana del 4 de febrero.

La toma de la capital estuvo bajo el mando de los tenientes coroneles Chávez Frías y Joel Acosta Chirinos, quienes comandaron las acciones desde el Museo Histórico Militar de La Planicie y la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota, respectivamente. Los puntos álgidos de la rebelión en Caracas, tuvieron lugar en Fuerte Tiuna, el Comando Regional núm. 5, el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en el Helicoide, las comandancias generales del Ejército y la Armada, la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza y Venezolana de Televisión (canal 8). Sin embargo, a pesar de la organización y la fuerza de ataque, los objetivos trazados por el movimiento no pudieron ser alcanzados.

A pesar del total control del estado Zulia, y del mediano alcance conseguido en Aragua y Carabobo, aproximadamente a las cuatro de la tarde del 4 de febrero, el comandante Hugo Chávez decide entregarse y hacer un llamado a las tropas leales al movimiento bolivariano para que depongan las armas por esos momentos, “por ahora”. Tras horas de convulsión el pueblo de Venezuela había dado otra lección de Dignidad. La Fuerzas Armadas habían demostrado que estaban con el pueblo y en total resguardo de la Patria. Así mismo había nacido un líder, Venezuela por primera vez en muchos años tenía frente a sí un hombre que asumía la responsabilidad de sus actos y le proponía un proyecto al país: la independencia.

Hoy, dieciocho años después, el rumbo del país ha cambiado totalmente. Venezuela es libre, soberana e independiente. El Pueblo ha retomado el poder y es protagonista activo del rumbo que sigue el país. Hoy, dieciocho años después, celebramos el Día de la dignidad, junto al líder del proceso revolucionario, el comandante Chávez, para decirle una vez más a la oligarquía y al imperio yanqui que no volverán.

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