Dom, 16/01/2011 - 23:17
Globoterror.com
El presidente del rrrégimen más dictatorial de la historia de cualquier país en el mundo, Hugo Chávez, usó una truculenta estratagema, al parecer sugerida por Fidel Castro, en la asamblea nacional a propósito del discurso anual de la memoria y cuenta de su gestión gubernamental.
Corina Machado pensando en el Presidente Hugo chávez después del discurso en la Asamblea Nacional.
Nos cuenta la diputada "Miss Asamblea Nacional", María Corina Machado: -"Yo tenía tiempo sin ponerme una minifalda, desde que ví a George W. Bush, y tuve que hacerlo ya que eso fué ordenado por mi imperio, perdón, mi ímpetu para seducir al presidente que lo tenía ahí enfrente mío. Y como debía cruzar mis piernas, que por cierto, tuvieron un tratamiento rejuvenecedor en el famoso "spa" de Curazao, no podía permitir que se viera mi ropa interior, así que tuve que ponerme un hilo (dental), que también tenía mucho tiempo sin usar uno. De repente, empecé a sentir una rara sensación entre frío y calor en mis nalgas, que también pasaron por un tratamiento rejuvenecedor en Curazao, y le pregunté al diputado Juan José (Caldera) de que si el sentía algo raro en sus nalgas también. Me respondió que no y como se medio ofendió conmigo no quise averiguar si alguien mas sufría de calor y frío al mismo tiempo en su trasero.
Para averiguar bien que tenía en mi "derriere" debía de meterme, al menos una mano por detrás, pero no podía permitir que el dictador que lo tenía tan cerca pensara que yo era una oligarca cualquiera. Le dije a Juan José (Caldera) que me distrajera a Chávez para yo poder tocarme atrás, pero el muy bruto empezó a aplaudir fuertemente y más bien atrajo la mirada del presidente hacia mi lugar. Se me ocurrió entonces mandarle a (Julio) Borges un mensaje con mi Black (berry) para que distrajera a Chávez. Tuve que esperar un tiempo pero si, el logró distraer a Hugo Chávez, ya que nosotros somos mucho más inteligentes que el tirano de Sabaneta. Pues, cuando yo logro tocar mi "pompis" me doy cuenta de que estaba pegada a mi curúl con una especie de pegamento muy fuerte. Para asegurame de que no era yo la única pegada al asiento, le metí la mano por detrás a Edgar Zambrano y se asustó tanto que logró deslizarse un poco de la silla y yo palpé el pegamento que el también tenía en su asiento. Pobre, después tuvo que calarse todas las horas del discurso de Chávez todo torcido en la silla.
Empecé a mandarle mensajitos de texto a todos y si, efectivamente, a todos nosotros los de la oposición se nos colocó pegamento en nuestros curules para que ninguno de nosotros fuera capaz de levantarse y poner a Chávez en su sitio por mostrarle al país entero aquel montón de datos todos falsos y obviamente falseados.
Cuando terminó la sesión en la Asamblea, los traseros de todos estaban bien ya que solo dejaron partes de su ropa interior en sus curules pero yo, dejé en esa silla, con un gran dolor de mi alma, todo mi pellejo trasero."
MentiPress
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